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Ni se le cruce por la cabeza llamarme, no se crea que puede encontrarme tan fácil. Ni piense en buscarme, ni mucho menos acercarse, porque sinceramente a mí ya no me quedan ganas de compartir siquiera el mismo aire. Si se cruza conmigo lo haré mierda como el lo hace conmigo y mi alrededor

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Las vueltas de la vida tienen tantas cosas raras, tantas preguntas que nunca nos van a contestar, tantos giros inesperados, tantas causalidades que es imposible entender y saber que va a pasar. Sólo puedo decir que de los momentos malos, siempre ganamos experiencias y siempre hay una moraleja. Gente nueva, oportunidades nuevas, posibilidades inesperadas, y caminos que se van cruzando con los nuestros, es algo que sobra en la vida. Queda en uno aprovecharlos y seguir peleando para encontrar eso que tanto buscamos que es: La felicidad.

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Sentar a tu lado sin hacer absolutamente nada es todo para mi...

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Siempre es preciso saber cuando se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando puertas. Cerrando capítulos. Como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruír recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si andás por la vida dejando puertas abiertas, por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. Cierra la puerta, pasa la hoja, cierra el círculo. Es salud mental, amor por vos mismo desprender lo que ya no está en tu vida.

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Instruccionespara tener miedo.

En un pueblo de Escocia venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen.
Si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde, muere.


En la plaza del Quirinal, en Roma, hay un punto que conocían los iniciados hasta el siglo XIX, y desde el cual, con luna llena, se ven moverse lentamente las estatuas de los Dióscuros que luchan con sus caballos encabritados


En Amalfí, al terminar la zona costanera, hay un malecón que entra en el mar y la noche. Se oye ladrar a un perro más allá de la última farola.

Un señor está extendiendo pasta dentrífica en el cepillo. De pronto ve, acostada de espaldas, una diminuta imagen de mujer, de coral o quizá de miga de pan pintada.

Al abrir el ropero para sacar una camisa, cae un viejo almanaque que se deshace, se deshoja, cubre la ropa blanca con miles de sucias mariposas de papel.

Se sabe de un viajante de comercio a quien le empezó a doler la muñeca izquierda, justamente debajo del reloj de pulsera. Al arrancarse el reloj, saltó la sangre: la herida mostraba la huella de unos dientes muy finos.

El médico termina de examinarnos y nos tranquiliza. Su voz grave y cordial precede los medicamentos cuya receta escribe ahora, sentado ante su mesa. De cuando en cuando alza la cabeza y sonríe, alentándonos. No es de cuidado, en una semana estaremos bien. Nos arrellanamos en nuestro sillón, felices, y miramos distraídamente en torno. De pronto, en la penumbra debajo de la mesa vemos las piernas del médico. Se ha subido los pantalones hasta los muslos, y tiene medias de mujer.

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Odio como me hablas
Y tú forma de conducir.
Odio tu corte de cabello
Y lo que llegue a sentir.
Odio tus espantosas botas
Y que me conozcas bien.
Te odio hasta vomitar

Que bien va a rimar

Odio que sepas pensar
Y que me hagas reír.
Odio que me hagas sufrir
Y odio que me hagas llorar.
Odio tanto estar sola
Que no hayas llamado aun,
Pero más odio que no te pueda odiar
Aunque estés tan loco,
Ni siquiera un poco
Lo he de intentar
odio como me tratas
y que seas mi razon de vivir
odio que sepas que te amo
y disfrutes haciendome sufrir
odio tus ojos
cuando me miran a mi
odio tu boca
que nunca he de besar
odio que seas
el primero en el que pienso
al despertar
y ni un instante
te puedas alejar
te odio
porque me enseñaste a amar.

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Personaje extraño es el hombre:
Nacer no pide , Vivir no sabe , Morir no quiere.

-Edward Balser.

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Prefiero no recordar cuanto tiempo llevo sin saber de ti se, que me hace daño creo que debes pensar que me olvide de ti y que no quiero saber mas sobre tu vida, pero simplemente no tengo nada para poder comunicarme contigo y ya se me acrecienta el peso de los dias y tengo que asumir que simplemente te extraño /:

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Estoy gritando que te amo tanto
mis pensamientos que tu no puedes descifrar.

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Recuerdo aquellos momentos en los que juntos compartimos la alegria, de aquellos dulces momentos en los que yo gozaba junto a ti,en los cuales no me importaba nada mas que sentirte, amarte, besarte y abrazarte.
Recuerdo lo feliz que fui junto a ti...pero ya no es asi.

Ouw *-*


Cosas que deseo conservar: La piel de gallina que salpicó mis antebrazos cuando te vi por primera vez. El leve rastro de perfume que quedó flotando en las escaleras una mañana, cuando yo aún no me atrevía a dirigirte la palabra. El movimiento de cabeza con el que aceptaste mi invitación a jugar monopolio. La mancha de vino que dejaste en mi almohada la noche que por fin dormimos juntos. El mordisco que dejé en tu cuello y tuve que disimular con maquillaje. Las gotas de lluvia que se enredaron en tu pelo durante nuestra primera cita. Todas las horas que pasamos mirándonos, besándonos, hablando y tocándonos. También las horas que pasé simplemente soñando o pensando en ti.

No me interesa lo que pasa en tu cabeza,
sólo sé que dé a ratos en tu cama quiero estar.