El destino vuelve a sonreír y me explica lo que nunca había logrado entender. Jamás fué cuestión de tiempo, sino de creer. Tal vez no sea que nada es imposible, puede que suceda de formas en las que no pensamos. Agradezco este presente, que resplandece en mi futuro y alivia las heridas de mi pasado. El cielo y las estrellas me muestran ese camino, que sé que juntos hemos de recorrer.

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