Lentejuelas.

Refugiada en tu mirada continuo a paso ligero para no caer, manteniendo ligadas nuestras almas tomas con firmeza mis manos y acaricias de ellas como si en ello se nos fuese el mundo, besas mi frente delicadamente como si fuera un debil cristal a punto de romper, nuestro universo borroso se vuelve, somos dos cuerpos dos almas convertidas en una, unidas por aquel beso, somos solo dos sin más, solo dos, caemos a levemente a la hierba dejandonos llevar, por la ternura, por el amor, por la pasion, por la dicha, por algún sentimiento...

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