Coca cola cherry.

Hace nueve meses que he esperado ansiosa este momento, es extraño saber que un pequeño ser habita dentro de tì, admito que odie las nauseas, los calambres, mareos y un montòn de consecuencias sobre esto, pero creo que por primera vez en mi vida hice algo bien, o màs bien hicimos, tù tan ansioso estas cariño, recuerdas esas noches en las que acariciabas mi vientre para que patearà y en la espera te dormias acariciandome, o enrealidad acariciandolo a el o ella, aùn recuerdo esa desicion, ambos decidimos esperar y sorprendernos, que felices meses fueron aquellos, los gigantescos helados que me preparabas a eso de las 3 de la madrugada, recuerdo esa fria noche de abril con mi gran antojo de comer hot-dogs, tomaste tù abrigo y fuiste en busca de un hot-dog para mi capricho. Pero una de las màs importantes fue el dia del parto, recuerdoq ue tomaste mi mano en todo momento, y repetias constantemente que todo saldria bien, que debia estar tranquila, que naceria sano y salvo fuese lo que fuese, el dolor que sentì, es algo inigualable, recuerdo haber llorado en todo, hasta que mis ojos se toparon con la pequeña criaturita que habia salido de mi, aquella mirada quedarà grabada en mi mente hoy y siempre, aquel ser, al que yo por meses alimente y cuide con mi vida, aquel ser que amaria màs que a nada en el mundo, al que cuidaria como a un cristal fragil y delicado, una niña, mi niña...
El primer mes fue hermoso, su suave respiraciòn, su ternura, su delicada piel, sus pequeños dedos, y sus ojos analizando el mundo, como ella ninguna, hasta aquel dia. A tres dias de su primer mes, nuestra hija comenzo a mostrar dificultades al respirar, ya no se alimentaba y de inmediato decidimos consultar a un medico, alli fue cuando nos informaron que poseia una dura enfermedad y deberia ser internada, ambos nos preguntamos porque la habian detectado ahora y no antes, pero no hubo respuesta, al pasar los dias en aquel mugroso hospital viendo enfermaras pasar y pasar, el medico venia a informarnos el estado de nuestra bebe a diario, creiamos que mejoraba, pero no era asi... Aquel lluvioso dia de mayo, el medico se acerco y sin ningun contacto visual, dijo unas breves palabras que me destrozaron el alma, nunca pense que 2 simples palabras cambiarian mi vida, Lo siento fue todo lo que pudo decir antes de que comenzara a gritar como loca en la sala de espera, las lagrimas brotaban de mis ojos como si de un grifo se tratase, me permitieron verla, ver su pequeño y frio cuerpo inerte, tocar sus manitas ya sin vida, sin color, sin calor, mi creaciòn ya no era nada, aquella a la que a los 13 instruiria diciendo, que las cosas no son tan grandes como uno se las presenta, aquella a la que le habria dicho ese chico no es para tì, tù mereces alguien mejor, ella no existia.
Te enterramos un 6 de mayo, en un pequeño ataud, acorde a tù pequeño cuerpo, a tus pequeñas manos, a tus pequeños pies, a tù gran mirada...

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